¿Qué es un “golpe de calor”?
El golpe de calor o shock por temperatura se produce al someter al cuerpo de nuestra mascota a una elevada temperatura, siendo incapaz de eliminarla por los medios de que dispone, es decir, jadeando (recordemos que gatos y perros no sudan). Al no disipar este calor, la sangre alcanza temperaturas superiores a los 40ºC (lo habitual en un perro es 38ºC y en gatos 37ºC) y acaban rompiéndose capilares en cualquier zona de su cuerpo; esto provoca hemorragias y fallo en órganos. Las consecuencias siempre son negativas, llevando en un porcentaje elevado de ocasiones a la muerte.
¿Cómo se puede evitar?
• Poner mayor atención en perros mayores o cachorros.
• También los perros “chatos” o braquicéfalos: bulldog francés, inglés, carlino, bóxer, …
• Sacar a pasear a nuestra mascota a primera hora de la mañana o en la caída de la tarde.
• Llevar siempre agua para poder beber y refrescarlo si fuera necesario.
• Evitar los viajes en las horas centrales del día y si es inevitable, protegerlo del sol y enfriar con el aire acondicionado o baños regules (en viajes largos).
• No dejar a los perros dentro del coche, por poco tiempo que sea.
• Dejar reposar a nuestra mascota en lugares frescos y a la sombra, con agua fresca siempre disponible.
¿Qué hacer si le sucede a su mascota?
Si, por desgracia, notáramos que nuestra mascota está apagada, no deja de jadear, y comprobamos que su temperatura es elevada, lo primero que hay que hacer es enfriarlo con agua, echándole en la barriga, ingle y axilas principalmente y dar baños con agua. Inmediatamente acudir al centro veterinario para que sea un especialista el que valore el estado en que se encuentra y tome las medidas oportunas.
Siguiendo estos consejos básicos podemos disfrutar junto a nuestra mascota de un plácido verano.
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