La alimentación del periquito se basa en una mezcla de semillas (mijo blanco, alpiste, avena,…), frutas, verduras, hortalizas y minerales.
Hoy en día es posible encontrar en le mercado una gran variedad de preparados comerciales de alta calidad para alimentar a nuestra mascota, pero no debemos olvidar que necesitan las vitaminas de frutas y verduras frescas y los minerales como el calcio y el yodo.
Las frutas que podemos administrar a nuestro periquito son: manzana, pera, uva, melocotón, cerezas, fresas, moras, frambuesas y otras, siempre peladas, como mandarina, kiwi, plátano, higo, mango, melón y sandía.
Las verduras y hortalizas que podemos ofrecer son: pepino (poca cantidad), espinaca, acelga, mazorca de maíz fresca, guisante, lechuga (poca cantidad), hierbabuena, hinojo, tomate (poca cantidad) y otras, siempre peladas, achicoria, zanahoria y calabacín.
Dentro de los alimentos que NO debemos suministrar a nuestra periquito, encontramos: dátil, pomelo, ciruela, limón, aguacate, maracuyá, patata, alubia, judía, cebolla y perejil. Nunca deben comer nuestra comida.
Los minerales son imprescindibles para el buen estado de los huesos, la formación de la cáscara del huevo y la conservación del pico, para ello podemos encontrar una amplia gama de piedras minerales de muy diferentes formas y composiciones.
Para garantizar una buena digestión del animal se le proporciona en un comedero a parte, grit, que no es más que una mezcla de conchas trituradas y piedrecitas con la que facilitamos la digestión de las semillas en el buche. Otra opción sería cubrir el suelo de la jaula con arena para pájaros y ellos las tomarán las piedras de ahí, pero esto exige una mayor higiene de la jaula
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